En un mundo donde aún persisten desafíos en la lucha por la igualdad, la conmemoración del 8 de marzo sirvió como un recordatorio poderoso de la importancia de seguir adelante. La jornada dejó en claro que el camino hacia la igualdad requiere el compromiso de todos, y que cada voz cuenta en la construcción de un futuro más equitativo y justo para todas las personas.